Terapia infantil
La Terapia Gestalt tiene una concepción humanista y optimista de la infancia, es decir, cree en las potencialidades de los niños y las niñas y en su tendencia innata a la salud y al crecimiento. Del mismo modo, el enfoque gestáltico del trabajo con los/as menores es holístico, por lo que tiene en cuenta la parte sensorial, la afectiva, la intelectual, la social y la espiritual, percibiendo al niño/ a la niña como un todo.
Para que los niños y las niñas se desarrollen de la forma más plena posible, es imprescindible que aumenten la consciencia de su propio cuerpo, de sus sensaciones, de sus sentimientos y de toda la realidad que están viviendo. La aparición de algún tipo de sintomatología en la conducta de un/una menor es un indicador de que algo no funciona adecuadamente en el ambiente donde el niño se desarrolla, es una alerta para intentar localizar y transformar los posibles elementos disfuncionales del entorno. Desde la Terapia Gestalt, la idea es recuperar lo que nos dice el síntoma y favorecer el crecimiento integral del niño o de la niña, mediante el trabajo en un espacio dedicado al despliegue de sus potencialidades emocionales. A través del juego, la música, el baile, el dibujo, la relajación… se trabaja para lograr un aumento de la autoestima y de la confianza en sí mismos/as, fortaleciendo, además, los lazos afectivos. Explorando su mundo emocional, se fomenta el aprendizaje para poder expresarse, crear y crecer de una forma más plena.

La terapia con menores varía dependiendo del momento evolutivo en que se encuentre cada uno/a, pero un aspecto imprescindible que siempre es común, independientemente de la edad, es la importancia del contexto: la familia, la escuela, los grupos de iguales… La interrelación de los elementos del sistema familiar y su influencia recíproca, así como el papel de otras figuras adultas significativas para el niño/ la niña son aspectos a tener muy en cuenta en este tipo de intervenciones. En muchas ocasiones, la presencia de los padres y/u otros familiares durante la terapia se hace necesaria. La familia es un sistema cuyo funcionamiento afecta a cada uno de los miembros que la componen, de forma que tanto los cambios positivos como las posibles disfuncionalidades tienen consecuencias para todos sus integrantes.
Las potencialidades del niño/ de la niña son innumerables y su tendencia innata es a la salud y al crecimiento. La Terapia Gestalt trata de favorecer el desarrollo integral del/ de la menor descubriendo qué es lo que está interfiriendo en ese crecer espontáneo y trabajando sobre ello. Este trabajo se asienta en la importancia del “darse cuenta”, de la toma de conciencia acerca del poder que cada persona tiene sobre su propia vida y de su capacidad para transformarla.